lunes, 27 de junio de 2011
Pocos sabrán que por las noches, sobre la 1-1:30 me siento en un pequeño hueco que hay en mi ventana, pongo la minicadena, conecto el mp5, busco música triste, subo el volumen a nivel 5, enciendo una pequeña luz rosa, la coloco cerca de mí y miro a las estrellas. Normalmente me siento mal, me pongo a pensar en ti y me siento aún peor, no porque me hagas daño, es lo último que harías, lo sé, o eso quiero pensar. Me siento peor porque tengo muchos sueños, la mayoría querría hacerlos realidad contigo y me da miedo no poder hacerlo. Entonces es ahí cuando una lágrima cae de mi ojo derecho, luego otra del izquierdo, cierro los ojos, los aprieto fuerte, siempre he creído que así acabarían las lágrimas pero no es así, siguen cayendo al compás hasta el punto en el que mi cara se humedece. Lo doy muchas vueltas, es mi tema favorito para rayarme e incluso para llorar, pero al final, cuando llego a ese punto, en el que veo que no puedo más, te imagino y me imagino a tu lado, eso me hace sonreír, eso siempre me hará soñar.
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