Puede que sea uno de esos días en los que prácticamente te salga todo mal. Llegas a clase y se te ha olvidado todo, te echan la bronca por llegar tarde y de camino a tu casa llueve a mares, graniza. Puede que sea uno de esos días en los que decides que prefieres abandonar. Pero está demostrado que con un par de sonrisas se van las penas.
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