sábado, 26 de febrero de 2011

Ponte guapa; saca los tacones de tu hermana mayor de ese armario que tan prohibido tienes. Mídelos y asegúrate de que superan los diez centímetros; póntelos y pierde el equilibrio hasta que te canses de caminar como un puto pato mareado y comprendas que tú también puedes deslumbrar. Ponte el vestido más corto, apretado y sugerente que tengas. Vístete del color que menos les guste a tus padres. Píntate tanto que tengan que decirte que eres muy pequeña para ello. Sumérgete en ese ritmo pegadizo que se hace contigo y que causa un pitido en tu oreja cuando regresas a casa. Haz que tus pasos suenen a pesar del volumen de la música. Pídete algún cubata de más y ponte lentillas del color de tu Malibú favorito. Acércate a ese chico rodeado de chicas y déjales claro que para zorras ellas, zorra tú. Sácalo a bailar, dale un número falso y deja en manos del destino que vuelva a saber algo de ti. Llega tarde a casa y cuando te pregunten di que no volverá a pasar.

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